Presentación en sociedad de Rvbicon (Fiesta mayor de Santa Eulalia)

Desde nuestros comienzos siempre hemos intentado dar a conocer Rvbicon a todo el mundo. Ha sido y continúa siendo una tarea dura y ardua ya que pertenecemos a una comunidad tan populosa como la de L'Hospitalet de Llobregat, en la cual se encuentran muchas otras asociaciones y entidades que también luchan por hacerse un hueco.

El pasado sábado 2 de junio fue sin duda un punto de inflexión en este sentido porque tuvimos la oportunidad de participar en la fiesta mayor de nuestro barrio. La Asociación de Comerciantes de Santa Eulàlia, nos proporciono un stand de 27 metros cuadrados, que de lejos, fue el más grande de los sesenta expositores que se reunieron para el evento entre comerciantes y entidades.

Como las ocasiones las pintas calvas, decidimos poner toda la carne en el asador. La movilización fue general, era nuestra ocasión y no podíamos fallar. Para ello, comenzamos a programar todas las actividades que íbamos a presentar al público y claro está, necesitábamos mostrar un "look" de calidad y con estilo. No cabe duda, cuando cuentas entre tus filas con un tal Carlos "Da Vinci", la excelencia está asegurada. Él ha sido el "responsable" de las dos columnas romanas que custodiaban las carpas, así como el mayor reclamo de público que tuvimos: "la catapulta". Me gustaría añadir en este punto, que Arturo también fue padre intelectual de la idea.

La jornada como dirían los taurinos, se desarrolló bajo un sol de justicia. Os puedo asegurar que pasar casi doce horas dentro de una carpa de plástico, debe ser lo más parecido a lo que siente un pollo dentro de un horno. Pero como diría aquel... sarna con gusto no pica. 

Junto a la catapulta, el Circus Maximus fue la otra estrella del día. Era gracioso y sorprendente ver como los transeúntes se arremolinaban alrededor del juego con una gran curiosidad, para ver como se desarrollaban las partidas, si no he perdido la cuenta, hasta siete se disputaron en el foro "Hospitalense". Mención especial para Albert y Joan que estuvieron al pie del cañón, siempre con una sonrisa en su rostro, aguantando carros y carretas.

Como ya he comentado antes, "la catapulta" fue la estrella, sobre todo entre los más pequeños. La ilusión reflejada en sus caras cuando participaban, y en el momento de recibir su "recompensa", fue impagable. Aquí de nuevo debemos poner nombres y apellidos a los ruvicones implicados: Jordi, Ivan, Alberto, Josep "Silverman", Xavi Riggs y José Luis. Agradecer a este último, que trajo cien pelotas luminosas y que se agotaron en un "plis plas".

La sorpresa fue sin duda Bruno, un niño de 6 años que nos encandiló a todos, con su soltura y desparpajo. Él solito se encargó de "dirigir" y "aleccionar" a todos aquellos niños que se acercaban a nuestro stand  para jugar con la catapulta, mientras que su padre y su hermano Mario (a la postre ganador) participaban en el Circus Maximus. La cara que puso cuando le colocamos una placa de Rvbicon con su nombre, no tiene precio.

La mesa de los juegos infantiles, estuvo monitorizada por Adolfo y Josep "Terrassa" que abrieron el fuego con el Catan, y que por la tarde fue continuada por Xavi Borau, Arturo y su hijo David de tan solo ocho años, una futura figura de la cantera.

Y que decir de nuestros rostros públicos, los que fueron las caras de Rvbicon, que no pararon de explicar a todo aquel que se acercaba a nuestras carpas, quienes somos y a que nos dedicamos, estoy hablando de Manel, Juan y Carlos, que además estuvieron para tapar "huecos". También quiero recordar a todos los miembros de Rvbicon que por diversas circunstancias no pudieron participar.

Y he querido dejar para el final a nuestro compañero Toni y en especial a su mujer, que aunque haya estado convaleciente de una lumbalgia durante la semana, hizo un esfuerzo para poder cocinar esas magnificas galletas que como siempre, fueron el orgullo y la admiración de todos los presentes. Cuando el viernes por la noche recibí el mail en el que Toni me confirmaba su presencia, y en el que me decía que además nos traería las "galletas", le dije a mi mujer... "es por cosas como esta que me siento tan orgulloso de pertenecer a este colectivo humano".

Chavales, ¡todos sois muy grandes!