Nota: Napoleonic 20 será uno de los juegos que podrás
conocer y jugar en el Espacio Rvubicon durante la celebración de las II
Jornadas DAU en Barcelona los días 15 y 16 de Diciembre. Si estás interesado,
índicalo en el apartado de comentarios de este post o envía un correo a la dirección flmompo(arroba)gmail(punto)com y nos pondremos
en contacto contigo.
Napoleonic 20 no es tanto un juego concreto como un sistema
de juego que reproduce batallas napoleónicas.
Una de sus principales características es su extrema sencillez. Casi podría decirse que se trata de un formato “juego de revista”: mapas tamaño folio (o quizás un poco más, pero no mucho) y no más de 20 fichas en total (contando ambos bandos y fichas auxiliares). Las reglas generales son 4 páginas o 20 minutos de explicación y cada batalla suele traer apenas una página de reglas especiales para esa batalla.
Quizás para los muy Gronards o exigentes, esta extrema sencillez quita “realismo” o naturalidad a las batallas napoleónicas. Pero los que opinan esto son una minoría (¿qué juego consigue ser totalmente realista o no deja de perder jugabilidad o diversión en el intento?). Para una gran mayoría del creciente número de fans que tiene este sistema su principal valor es la alta “jugabilidad” que puede generar una reproducción de una batalla en relación con el poco esfuerzo que supone hacerse con el sistema. Es decir, “Napoleonic 20” ofrece un óptimo ratio “diversión/esfuerzo”.
Más allá del esfuerzo requerido, para mí un punto fuerte derivado de esta sencillez es la posibilidad de hacer una partida en un par de horas /hora y media, lo que supone poder jugar más de una batalla en una misma tarde o incluso proponer ipso facto una revancha tras una estrepitosa derrota, o poder probar de inmediato a cambiar de bando y ponerse en los zapatos del que hasta hace unos minutos era tu enemigo. Muy pocos juegos de un cierto nivel (y mucho menos napoleónicos) pueden ofrecer esta posibilidad.
Otros atractivos del sistema tienen que ver con algunas mecánicas de cierta originalidad. Por ejemplo, el hecho de que la batalla se gane o pierda no tanto por la conquista de unos determinados objetivos sino por la pérdida total de la moral del enemigo. Esos niveles de moral de ambos bandos suben y bajan constantemente en cada turno según lo que acontece, por lo que muchas veces no se trata tanto de avanzar hacia los objetivos o luchar contra el enemigo sea como sea, sino controlando el nivel de estrés o pérdidas que tu ejército o el del enemigo puede soportar en un determinado periodo de tiempo. Eso permite reproducir un elemento que fue realmente muy decisivo en muchas batallas napoleónicas y que podríamos definir como “momentum” o inercia de la batalla.
En mi opinión uno de los principales atractivos del sistema es su alta “narrativa”, como a mí me gusta denominar a la posibilidad de que la partida genere historias diferentes en cada ocasión que se juega, o dicho en otras palabras, la posibilidad de que la estrategia más adecuada no sea necesarimente única y la misma en todas las ocasiones, no acabe ocurriendo casi siempre tres cuartos de lo ocurrido en otras partidas y, por lo tanto, llegue un momento que no apetezca jugar más.
En definitiva un sistema ideal para los aficionados a los napoleónicos en aquellas ocasiones con poco tiempo o ganas de calentarse demasiado la cabeza, y también como forma de introducción al mundo “napo” a este nivel operativo (entre táctico y estratégico) para aquellos no introducidos o sin experiencia en batallas napoleónicas.
Una de sus principales características es su extrema sencillez. Casi podría decirse que se trata de un formato “juego de revista”: mapas tamaño folio (o quizás un poco más, pero no mucho) y no más de 20 fichas en total (contando ambos bandos y fichas auxiliares). Las reglas generales son 4 páginas o 20 minutos de explicación y cada batalla suele traer apenas una página de reglas especiales para esa batalla.
Quizás para los muy Gronards o exigentes, esta extrema sencillez quita “realismo” o naturalidad a las batallas napoleónicas. Pero los que opinan esto son una minoría (¿qué juego consigue ser totalmente realista o no deja de perder jugabilidad o diversión en el intento?). Para una gran mayoría del creciente número de fans que tiene este sistema su principal valor es la alta “jugabilidad” que puede generar una reproducción de una batalla en relación con el poco esfuerzo que supone hacerse con el sistema. Es decir, “Napoleonic 20” ofrece un óptimo ratio “diversión/esfuerzo”.
Más allá del esfuerzo requerido, para mí un punto fuerte derivado de esta sencillez es la posibilidad de hacer una partida en un par de horas /hora y media, lo que supone poder jugar más de una batalla en una misma tarde o incluso proponer ipso facto una revancha tras una estrepitosa derrota, o poder probar de inmediato a cambiar de bando y ponerse en los zapatos del que hasta hace unos minutos era tu enemigo. Muy pocos juegos de un cierto nivel (y mucho menos napoleónicos) pueden ofrecer esta posibilidad.
Otros atractivos del sistema tienen que ver con algunas mecánicas de cierta originalidad. Por ejemplo, el hecho de que la batalla se gane o pierda no tanto por la conquista de unos determinados objetivos sino por la pérdida total de la moral del enemigo. Esos niveles de moral de ambos bandos suben y bajan constantemente en cada turno según lo que acontece, por lo que muchas veces no se trata tanto de avanzar hacia los objetivos o luchar contra el enemigo sea como sea, sino controlando el nivel de estrés o pérdidas que tu ejército o el del enemigo puede soportar en un determinado periodo de tiempo. Eso permite reproducir un elemento que fue realmente muy decisivo en muchas batallas napoleónicas y que podríamos definir como “momentum” o inercia de la batalla.
En mi opinión uno de los principales atractivos del sistema es su alta “narrativa”, como a mí me gusta denominar a la posibilidad de que la partida genere historias diferentes en cada ocasión que se juega, o dicho en otras palabras, la posibilidad de que la estrategia más adecuada no sea necesarimente única y la misma en todas las ocasiones, no acabe ocurriendo casi siempre tres cuartos de lo ocurrido en otras partidas y, por lo tanto, llegue un momento que no apetezca jugar más.
En definitiva un sistema ideal para los aficionados a los napoleónicos en aquellas ocasiones con poco tiempo o ganas de calentarse demasiado la cabeza, y también como forma de introducción al mundo “napo” a este nivel operativo (entre táctico y estratégico) para aquellos no introducidos o sin experiencia en batallas napoleónicas.
Y también las batallas de Salamanca, Smolensk, Waterloo y Borodino incluidas en el Pack "Fading Glory" publicado por GMT
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