El pasado sábado, día 27 de Septiembre, tuvimos partida de
Doble DBA entre los aliados Esteve J. y David C. frente a un servidor (JoNoVi)
en el bando contrario.
Se trataba de simular una batalla de las Guerras Púnicas en
la Península Ibérica hacia el año 220 antes de Cristo en el Levante
Mediterráneo.
Para ello, el amigo Esteve comandaba un ejército íbero,
formado mayormente por auxiliares y psilois (infanterías media y ligera,
respectivamente), y el amigo David un ejército cartaginés muy variado, con un elefante,
lanceros (infantería pesada), y caballerías e infanterías ligeras.
Por mi parte manejaba dos ejércitos romanos de Polibio, uno
a cada lado, de idéntica composición. Básicamente infantería pesada, con cierto
apoyo de psilois y de caballerías medias y pesadas en cada caso.
El terreno de juego era media mesa (120x90cm.) en la que los
defensores (aliados íberos y cartagineses) habían situado dos bosques, uno a
cada lado, y tres colinas abruptas, dos en el lado del atacante y una central
en el lado de los defensores. Todo ello terreno difícil que ralentiza en
general los movimientos de las tropas y penaliza los combates a la caballería y
a la infantería pesada. El resto del tablero es terreno abierto y fácil.
También, por requerimiento del reglamento, teníamos una carretera por el centro
de la mesa que unía los centros de los bordes largos.
1. En esta primera imagen del encuentro vemos el despliegue
de los ejércitos. Arriba a la izquierda el mando íbero, con su campamento
(carro de bagaje) tocando su lado del terreno, y la infantería ligera (psilois)
resguardada en el bosque. La infantería media (auxiliares) forman una línea
recta que, partiendo del bosque, contacta con los aliados en la carretera. Su
General detrás, centrado.
Los cartagineses, a la derecha superior de la imagen, forman
el elefante y los lanceros (infantería pesada) en el centro del dispositivo, en
el camino, los aliados galos en la colina, y el resto de tropas (caballería e
infantería ligeras) y el General, en su flanco izquierdo, dispuesto a envolver
a los romanos por ese lado.
También sitúan su campamento (templo) tocando a su lado de
la mesa.
Por su parte, el ejército romano sitúa su campamento común
en la parte inferior izquierda de su zona de despliegue y, de izquierda a
derecha, coloca la mitad de los legionarios de ese mando, y en el centro del
ala izquierda, la caballería gala pesada y el General del ala izquierda. A
continuación el resto de sus legionarios (infantería pesada).
En el centro izquierdo, frente a la colina, se despliega la
infantería ligera de ese mando, y en el camino todos los lanceros romanos (de
ambos mandos), el General del ala derecha, y todos sus legionarios.
En el extremo derecho romano la infantería ligera y la
caballería pesada de ese ala, frente al bosque.
2. El primer turno de la partida. Los íberos obtienen apenas
un punto (la verdad es que durante toda la partida tuvieron muy pocos puntos en
sus tiradas) para mover hacia delante una única tropa de infantería ligera en
el bosque. Sus aliados cartagineses tienen más suerte y suficientes puntos como
para ejecutar un planteamiento más agresivo, adelantando todas sus tropas
medias y ligeras por el flanco buscando el bosque desde el que amenazar el
extremo derecho romano. Su centro, formado por las tropas pesadas, mantiene la
posición, con un planteamiento más defensivo en este caso.
Los romanos, por su parte, pueden gastar más puntos (también
durante toda la partida pudieron generalmente moverse a placer), lo que les
permitirá mover casi todo el ejército hacia delante, excepto los psilois de la
colina central y los lanceros del mando izquierdo que deben permanecer en el
camino. El resto de las agrupaciones se mueven en línea recta hacia delante el
máximo que le permiten las reglas, buscando cuanto antes el contacto con el
enemigo por el terreno más despejado que pueden emplear.
3. El segundo turno de la partida. Esta vez los dados han
salido más equilibrados y ambos bandos pueden mover a voluntad.
Los íberos, arriba a la izquierda, pueden lanzar a su caballería
ligera bordeando el bosque para avanzar por su flanco. La infantería ligera del
bosque, por su parte, completa su despliegue en línea algo más avanzada que
inicialmente, todavía a resguardo dentro del bosque.
La infantería media realiza un giro con toda la línea
pivotando sobre su extremo izquierdo, encarando el centro del tablero, por
donde se acercan la mayoría de unidades enemigas.
El mando cartaginés, por su parte, mantiene a sus tropas
pesadas en posición y continúa la acción por el flanco, enviando directamente a
su infantería ligera hacia el bosque, seguida por el General, y la caballería
ligera bordeándolo para rodearlo.
Los romanos, todavía a distancia, pueden maniobrar con
cierta libertad y, siempre hacia delante, mueven aquellos elementos que les es
posible. Por la derecha internan dos unidades de psilois en el bosque para atender
la amenaza por ese lugar.
4. Tercer turno de la partida. Muy pocos puntos para activar
tropas para los aliados, lo que les deja prácticamente inmóviles en sus posiciones.
Apenas pueden mover un elemento cada uno.
Los romanos, en cambio, siguen desplazando todo su
despliegue hacia delante de la forma más uniforme posible, manteniendo su
frente lo más alineado que pueden mientras superan las dos colinas de su lado.
Por el camino y la zona abierta del centro el avance es más
regular, y por la derecha, los psilois del bosque comienzan a dirigirse hacia
el centro con la intención de ocuparse del elefante si se da el caso, dejando
desprotegido un flanco que no suponen peligroso ya que está básicamente
enfrentado a tropas ligeras con poco poder ofensivo. En definitiva, concentran
a sus tropas para embestir por el centro y la izquierda.
Por la derecha permiten que los cartagineses se internen en
el bosque o pierdan el tiempo rodeándolo.
Unicamente dejan en posición a la caballería pesada gala de
ese flanco para evitar que quede libre a las maniobras de las caballerías
ligeras contrarias.
Y llegamos al final de la primera parte de la reseña. Damos
paso a la publicidad, y volvemos en breves instantes.
Enlace a la segunda parte de la reseña.
Enlace a la segunda parte de la reseña.
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